La Categoría 1, nada que ver con las maletas
El 2 de junio pasado, concluyó la auditoría realizada por la Administración Federal de la Aviación de los Estados Unidos (FAA, por sus siglas en inglés) con miras a la recuperación de la Categoría 1 de seguridad aérea.
El 2 de junio pasado, concluyó la auditoría realizada por la Administración Federal de la Aviación de los Estados Unidos (FAA, por sus siglas en inglés) con miras a la recuperación de la Categoría 1 de seguridad aérea.
Desde su llegada en octubre del año pasado al frente de la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC), el General piloto aviador retirado Miguel Enrique Vallin Osuna implementó todo un plan con miras a cumplir con todos los requerimientos para la recuperación de la citada categoría en el menor tiempo posible.
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Contrario a lo que argumenta el presidente López Obrador, la clasificación por seguridad aérea de las autoridades estadounidenses no tiene que ver con el robo de maletas ni con aseguramientos de droga. Se enfoca en las condiciones de seguridad que se generan para las operaciones aéreas controladas (desde el despegue hasta el aterrizaje de las aeronaves), a efecto de evitar incidentes y accidentes aéreos.
El personal de la AFAC se concentró en solventar las deficiencias detectadas en revisiones previas de la FAA, recabar las evidencias requeridas, apoyar en los ajustes legales y normativos necesarios, para solicitar y que se realizara la nueva auditoría con la confianza de que tener resultados positivos y lograr la recategorización, lo cual esperan se confirme en un máximo de dos meses. Claro, falta lo que la FAA así lo determine.
No obstante, el tabasqueño ha querido o aparentado meter presión, diciendo que ya se cumplieron los requisitos, su inconformidad por una clasificación de una autoridad extranjera, y que se reuniría bajo protesta con Pete Buttigieg, secretario de Transporte estadounidense, para abordar personalmente el tema de la recuperación de la Categoría 1, como si fuera por su opinión e influencia que se lograra, y no por el cumplimiento de una serie de requerimientos técnicos que, todo indica, han sido cubiertos. Al parecer Buttigieg habría pedido al presidente a esperar la conclusión de la FAA, pues AMLO sólo dijo que el tema había sido abordado en un ambiente “respetuoso y propositivo”, es decir, sin que el charolazo presidencial agilizara la recuperación de la Categoría 1.
Morena: la hora de la verdad
El próximo domingo, durante su Consejo Nacional, Morena, de la mano del presidente Andrés Manuel López Obrador, pondrá en juego no sólo su trascendencia sino también su credibilidad cuando se definan las reglas mediante las cuales habrá de ser electo el candidato que habrá de contender a la Presidencia de la República el próximo año representando a esa agrupación.
De esta manera, los cerca de 350 miembros, parte integral del máximo órgano de dirección del partido entre ellos sus gobernadores, se reunirán en un conclave en donde se habrá de definir la hoja de ruta que habrán de seguir quienes aspiren a darle continuidad a la llamada Cuarta Transformación bajo diversas premisas, de entre las que destacan la inclusión, de ahí que de último minuto se esté sumando a Gerardo Fernández Noroña, bajo condiciones de equidad.
Por esto la idea de que todos los aspirantes renuncien a sus cargos y con apego a los estatutos, que no quiere decir otra cosa que se aplicará el cuestionado método de encuestas a cualquier costo, aunque de acuerdo a declaraciones hechas por el presidente nacional de Morena, Mario Delgado, habrá cierta flexibilidad como permitirle a las llamadas “corcholatas” contratar a una encuestadora para que haga un levantamiento espejo e incluso tener un representante durante el levantamiento de las encuestas que hará el propio partido.
Es difícil imaginar como habrá de regularse el tema de los premios de consolación para los perdedores, que reveló el diario Reforma el miércoles pasado, y que en entrevista a W Radio Mario Delgado no pudo negar. La justificación: mantener al movimiento unido, construir un proceso que no genere división. Tiempo habrá para cicatrizar las heridas, ya que Morena se adelanta a los tiempos electorales prácticamente en diez meses dado que oficialmente las campañas tendrían que dar inicio en marzo de 2024. Tan lo sabe Morena que para darle vuelta y media a la legislación utiliza una práctica que ya se ha vuelto recurrente: no se elige al candidato a la presidencia sino al Coordinador Nacional de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación, quien en cuanto los tiempos legales lo permiten es debidamente registrado como contendiente al máximo cargo.
El tema de las renuncias será sin lugar a dudas el que más polémica habrá de generar. Marcelo Ebrard ya adelantó que dejará el cargo el próximo lunes; sin embargo otro de los contendientes, Adán Augusto López, parafraseando a Kalimán, pidió serenidad y paciencia, mientras que Claudia Sheinbaum, quien más beneficios a recibido de su posición, adelantó que va a esperar a la decisión del Consejo Político el domingo. El presidente ya había señalado que los aspirantes tendrían que renunciar a sus cargos antes de la encuesta de posicionamiento, sin embargo, en su conferencia matutina del jueves no descartó que estas renuncias llegaran a ser temporales o “licencias”, lo que permitiría a los perdedores reintegrarse sin problema al presupuesto. Eso sí, hay que aclarar que la ley electoral no los obliga a abandonar sus cargos hasta el 2 de diciembre.
Nos encontramos ante un proceso inédito y por lo mismo el que sentará las bases en el futuro del partido. Morena fue fundado como movimiento político en 2011 pero se conformó como partido hasta 2014. Es hasta 2018 cuando Morena junto con el Partido del Trabajo y Encuentro Social postularon por primera vez a un candidato presidencial: Andrés Manuel López Obrador.