¿Cómo sembrar preguntas en la mañanera y no morir en el intento?
La conferencia de prensa del presidente López Obrador no puede ser utilizada por intereses perversos para intentar distraer la agenda política.
Cada vez es más común que intereses perversos busquen influir en la agenda informativa con la añeja y poco profesional estrategia de “sembrar” preguntas en la mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Apenas ayer, Damián Duarte, reportero y youtuber del supuesto medio informativo Sonora Power, intentó sin éxito desviar la atención del presidente de la República con el tema del estrepitoso fracaso en 2020 de Visit México, página de promoción turística a cargo de la Secretaría de Turismo. En aquel entonces quisieron responsabilizar al empresario Sergio Loredo Foyo de la caída del servicio. El caso llegó a tribunales y en 2022 un juez decretó el sobreseimiento de esta y otras acusaciones fincadas al empresario “por falta de elementos para sustentar la denuncia”
Como era de esperarse, la pregunta del reportero Damián Duarte no mereció comentario alguno del presidente, tanto por la irrelevancia del tema, como por la falta de solidez y consistencia en los argumentos del youtuber.
Historial cuestionable
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Llama la atención que a lo largo de los últimos meses Damián Duarte ha protagonizado diversos escándalos mediáticos aprovechando los espacios de la mañanera. Quizá el más recordado de ellos es el caso de Lili Téllez, quien se enfrascó en un intenso debate con el reportero, luego de que este lanzara duras acusaciones -que con el tiempo se demostró que eran falsas- en contra de la senadora Téllez.
Dadas las circunstancias actuales en el país, en plena época electoral y cuando hay temas en el ámbito nacional que verdaderamente requieren de toda la atención gubernamental, resulta lamentable que haya tiempo para escuchar a pseudoperiodistas que dan argumentos falsos, imprecisos y, sin presentar prueba alguna, que dañan la reputación de personas y empresas.
La conferencia de prensa del presidente López Obrador no puede ser utilizada por intereses perversos para intentar distraer la agenda política, mucho menos en momentos en los que el debate nacional está concentrado en reformas constitucionales de gran calado y de la más alta relevancia para el futuro del país.
